Invitado en casa [Evans]

Por fin la caminata infernal terminó y llegamos hasta mi habitación. Busqué las llaves que mi bolso y tras revolver todas mis cosas al fin pude dar con ellas.
Abrí la puerta y lo invité a pasar -adelante- dije haciendo una seña para que entrara. Evans cruzó la puerta y luego la cerré con todas las llaves y seguros posibles, ya me volvía obsesiva con resguardarme bien.
-Por favor sientate, ¿quieres algo?- no sabía que tenía en el refrigerador, pero me las ingeniaria de alguna forma para ofrecerle cualquier cosa.

Me invito a pasar, y por primera vez en mi vida dude en aceptar una invitación al departamento de una chica. Pero no dude por que no quería, lo dude por que ella en cierta forma me ponía nervioso. Pero el dolor en mi rodilla era muy grande y acepte su invitación a pasar. Me sente en su sillón y contemple su sala. Estaba bien ordenada, y era muy común comparada a otras que he visto. -Agua por favor- Respondi a su ofrecimiento. Me recargue en el sillón y heche mi cabeza hacia atrás mientras estiraba mi pierna adolorida.

-Ok, no tardo ponte cómodo- Fui a la cocina y en pocos segundos regresé con él a la sala. -Toma aquí tienes- dije pasandole el vaso - y también traje otra cosa para ti- tomé su mano y la abrí depositandole un par de pastillas. - tómalas si? te ayudará a bajar la hinchazón de tu pierna- lo miré con preocupación esperando a que me hiciera caso. Di por hecho que lo haría y me hinqué frente a él -permiso- dije comenzando a levantar el pantalón desde su tobillo, quería ver en que estado se encontraba todo para ayudarle, después de todo había heredado la vocación de servicio de doctor de mi padre. Su rodilla no solo estaba muy hinchada, sino que también estaba un poco manchada de sangre. Me levanté de improviso y regresé con un pequeño botiquitn, limpié su herida y luego la vendé. -espero que sane pronto- dije mirándole aún con mis rodillas en el piso.

Recargado en el sillón esperando que llegara, comence a mover un poco mi pierna lastimada. Me trajo un vaso con agua y unas pastillas, obedientemente las tome, esperando que hicieran efecto rápido. Se hinco enfrente mio y levanto mi pantalón para ver la herida mejor. Heche la cabeza hacia atras, no quería que viera mi cara de dolor, que tenía cuando la desinfecto limpiando mi herida. La vendo y volteé a ver la a ella. Seguía arrodillada en el piso. Las unicas ocaciones que había tenido arrodillada a una chica enfrente mio era por que iba a hacer "otras cosas" que vendarme la rodilla.

No pude evitar fantasear esa imagen en mi mente, asi que mejor me deje caer de lado cerrando los ojos. -Muchas gracias por todo, te lo agradezco Agi- Dije casi balbuceando.

Terminé de vendarlo y volví a bajar su pantalón -de nada- susurré y luego me di cuenta que Evans se dejó caer a un lado en el sofá, quizá estaba muerto de sueño. Quité mis rodillas del piso y me puse de pie frente a él -tu pierna no se veía bien, eso significa que no deberías moverte hasta mañana- quizá mis palabras comenzaban a sonar con intenciones diferentes a su recuperación -me refiero a que deberías pasar la noche aquí- mordí mi labio inferior algo nerviosa, eso se había oido aún peor que lo anterior -lo que quiero decir es que te prestaré mi cama y yo me quedaré estudiando aquí en la sala- dije terminando mis vergonzosas frases, no quería que Evans pensara que era otra mas en la universidad que andaba loca por él-

Se levanto y me propuso lo que jamas me hubiera imaginado, quedarme a dormir en su departamento. Se que ella no era como las chicas con las que normalmente salía o con las que me invitaban a sus casas, sabía que ella lo hacpia con la mejor intención del mundo. Además tenia razón y tenía que descansar mi cuerpo. Me sente e el sillón y le respondi -Acepto tu hospitalidad, pero no puedo aceptar tu cama, yo aqui puedo descansar muy agusto y tu estudia y duerme en tu cuarto...igual te puedo ayudar a estudiar- Sonrei y tome lo que me quedaba de agua en el vaso.

Negué con la cabeza -pero Evans, como voy a permitir que duermas en el sofá cuando realmente necesitas estar cómodo para descanzar perfectamente tu pierna- sonreí de medio lado -asi que sin excusas usarás mi cuarto y listo- . De pronto noté que mi zapato estaba un poco húmedo, miré al piso y vi que agua comenzaba a salir de abajo del sofá. Intenté disimular para que Evans no lo notara, pero tenía que terminar ya con ésto, debía empezar a trabajar en controlar mis poderes tan extraños. -no quiero ofenderte, pero según se rumorea no eres muy hábil en los estudios, asi que no podrás darme mucha ayuda-. El agua seguía avanzando y pronto iba a llegar a los zapatos de mi invitado. -Deberías ponerte cómodo- tomé cuidadosamente los pies de Evans colocándolos en el bracero del sofá, acostándolo sobre él. -así estas mucho mejor- pronto se daría cuenta... Me subí al sillón junto a él y lo abracé con fuerza. Me concentré aprovechando el momento y tras mirar de reojo logré que el agua desapareciera. Dios y ahora que hacía? estaba encima de mi invitado y sin justificación alguna. -eh.. solo quería agradecerte lo del asalto, no había tenido tiempo para decirtelo- salí rápidamente de su cuerpo y tomé el vaso que estaba sobre la mesa para llevarlo a la cocina, aprovechando el tiempo para que mis mejillas perdieran el color rojo.

Como lo imagine sería una pequeña discusión sobre quien dormiría en la cama. En realidad yo podía dscansar bien en el sofa, no necesitaba una cama, el problema era convencerla. Estaba apunto de contestarle cuando me dijo sobre los rumores que había escuchado de mi, no pude evitar el poner una cara triste. Eran ciertos, pero no quería parecer un tonto ante ella. Subio mis pies al bracer del sofa -Hey no es necesario no te preocup... - Me interrumpio con un abrazo. No me lo esperaba, me quede atónito.

Me gustaba esa sensación, me gustaba su olor, su cuerpo tan delicado y fino, pegado al mio. Pero me saco dle trance cuando se quito y se fue rapidamente a la cocina. Pense en sus palabras -Agradecerme por lo del asalto.. ¿A que tipo de agradecimiento se refiere?.....- Me puse rojo nomas de pensarlo que me sente en el sofá de un solo esfuerzo. -¿En verdad esta pasando esto? -Pense, no lo podía creer.

Llegué a la cocina y tomé un poco de agua, rogando en mi interior que se fuese el color de mis mejillas. Dios fui una estúpida, como pude atreverme a reaccionar así... fué una tonta desición pero al menos mi plan había funcionado y Evans no había tenido tiempo de darse cuenta de que yo era un bicho raro. Puse un poco de agua en mis mejillas ayudando a bajar su tono rojizo y luego de un par de minutos regresé junto a él. -En serio Ev yo siento mucho lo de hace un rato, si te molestó mi reacción yo...- el celular de Evans me detuvo a continuar con mis sinceras disculpas... seguramente una de tantas le llamaba para invitarle a divertirse, no entendía como podían haber tantas chicas que no se respetaran asi mismas ofreciendose de esa manera.

Ella vino hacia a mi y comenzo a disculparse, pero justo en ese momento sonó mi celular. Era un amigo mio. Conteste el celular -Evans Cooper, adelante...- Me quede viendola mientras escuchaba a mi amigo sobre que había una fiesta e iba a haber concurso de camisetas mojadas en las chicas. -Si, oye suena muy interesante, pero ahorita no puedo, no tengo ganas, hablamos luego- Colgue y guarde mi celular. -Disculpa era un amigo, que me decías? - Le pregunte con curiosidad

Asi que un amigo...Luego oí lo último, quería que continuara, pero si lo hacía solo le daría mas importancia al asunto que prefería que pasara por una casualidad. -Nada, olvidalo da igual- mostré una sonrisa un poco fingida. - y dime Evans... ya tienes sueño? quieres que te acompañe hasta mi cuarto para que te acomodes y puedas descansar?- pregunté sin otra intención que no fuera su propio bienestar, creo que a pesar de todo lo que haga siempre me sentiré en deuda con él. y una vez le dejara en mi habitanción tenía pensado colocarme a estudiar otra vez.

Trate de recordar que es lo que me decía antes de que la llamada la interrumpiera. Pero me detuvo con la pregunta que me hizo. -Ehm, no no tengo sueño, pero si quisiera recostarme un rato, pero me puedo recostar aqui, por mi no hay problema- Me levante para caminar dos pasos, saber como se encontraba mi pierna. y me detuve. Me quede viendola a los ojos fijamente. Me gustaba mucho esa chica

Lo miré en el momento en que se detuvo frente a mi -y bien..¿te duele mucho?- pregunté viendo sus ojos. Sentí que iba a sonrojarme denuevo, asi que antes de que eso pasara cambie la vista hacia otro lado, no quería pasar otra verguenza, ya era suficiente con la anterior de haberme subido sobre él en un accto desesperado por hacer que no notara lo del agua. -Deberías recostarte, espera traeré una manta mientras tanto... comienza a hacer un frío infernal- me dirigí a mi habitación y traje conmigo una bonita manta color naranja, era mi favorita y acostumbraba a ponerle de mi perfume porque era parte de mi. -aquí tienes- se la entregué en sus manos.

Me perdi en sus ojos. Oi que me dijo algo, pero no la escuche con atención. Vi que se fue y me saco de onda, pense que se había molestado por que no le conteste, pero volvió con una manta que me entregó en mis manos. La tome y me volvi a sentar en el sofa. -Gracias, pero aun no tengo sueño - Dije con un bostezo. Me tape con su manta y olia a ella. Respire profundamente para aspirar todo el olor. Me encantaba ese aroma. Me hizo recordar el abrazo que me acababa de dar hace poco tiempo. Volteé a verla y le volvi a decir -Muchas gracias, por todo Agi, eres un amor- con un tono cariñoso

- Oh no, no te preocupes- dije acercándome a encender una pequeña estufa en la sala y luego vacié mi bolso sobre la mesa. -veamos..- comencé a separar mis libros y cuadernos -comenzaré por aquí- dije tomando los libros mas gruesos. Si terminaba de leerlos esta noche mañana no tendría problemas en el exámen. Me puse mis anteojos de lectura y me senté dispuesta a estudiar. Estaba a punto de comenzar cuando volví a mirar a Evans -no necesitas nada?- no podía evitar estar pendiente de él todo el tiempo, sentía que le debía ofrecer la mejor hospitalidad del mundo después de lo bien que se había portado conmigo.

Me recoste de lado para poder seguirla viendo aunque sea de espalda. Se estaba preparando para ponerse a estudiar de nuevo. Note que se puso lentes pero no recordaba a verla visto con lentes, en eso volteo y me pregunto que si no necesitaba nada, me quede viendola por unos segundos. Creo que era la primera vez que la veia con lentes, no se veía mal, se veía inteligente mas de lo normal y linda, no pude evitar el sonreir -De hecho si, ven acercate a mi- Hice con mi mano el movimiento de "acercate".

Evans respondió a mi pregunta, al parecer necesitaba algo. Me puse de pie y torpemente boté mis libros al piso. "No me canso de ser tan torpe" pense mientras me agachaba para recoger las cosas. Las dejé otra vez sobre la mesa y me acerqué hacia donde estaba mi invitado el que seductoramente me llamaba con la mano, seguramente eso fue justamente lo que me hizo poner nerviosa y terminé por botar todo al suelo. -si?- pregunté colocándome de rodillas en la alfombra junto a él.

Se arodillo enfrente de mi, y coloque mi mano en su mejilla. Con mi pulgar la acaricie un poco su mejilla de arriba a abajo y la acerque un poco más a mi. Me moría de ganas de besarla, pero me obstuve de hacerlo. Con mis manos acomode sus lentes. -Listo, ya.... tenías un poco chueco tus lentes, ya te los acomode- Sonrei mientras separaba poco a poco mi mano de su mejilla.

No reaccioné inmediatamente, no me esperaba ese tipo de caricias y no solo porque era Evans quien me las daba tan dulcemente, sino porque nadie se atrevía a darmelas porque por lo general yo era una chica muy distante. -gracias...- dije en un susurro aún mirandolo. Me quedé sentada sin quitarle la vista de encima por varios segundos, no era que me sintiera incómoda pero el gesto me pilló de improviso. Todavía no me quitaba de ahí, no se que estaba esperando para hacerlo.

Se quedo incada enfrente mio. No podía dejar de mirarla. Con mis experiencias pasadas, normalmente, yo le gusto a las chicas y se me hace mas facil el coqueteo, pero con ella , yo no sabía cual sería su reacción y no quería molestarla, no despues de todo lo que había hecho por mi y ofrecerme su hospitalidad. Me acerque un poco mas a ella, delicadamente y nuestros rostros se encontraban muy cerca. -¿ Me aceptara un beso... o me lo rechazaría?- Pense mientras me acercaba un poco más. -Agi, ¿te habpia dicho de que eres hermosa?- Dije cariñosamente, mientras acariciaba de nuevo su mejilla, estaba a unos cuantos centimentros de su boca y deseaba besarla.

Sentí su respiración mesclarse con la mía a causa de la cercanía de nuestros rostros. Al escuchar su frase mi rostro se quedó completamente sin expresión... no sabía como reaccionar a los halagos, tampoco estaba acostumbrada a ellos. ¿Le daba las gracias? ¿Le correspondía algún halago? ¿o simplemente no hacía caso a sus palabras?. No conocía tanto a Evans y no sabía si estaba haciendo conmigo lo que hacía con cualquier chica, tal vez el cumplido no debía tomarmelo tan en serio. Sus caricias en mi mejilla me hacían relajarme de considerable manera y cerré mis ojos como efecto a ellas. Dentro de mi sentí un extraño impulso, una sensación en mi cuerpo que me obligaba a mover mi rostro mas hacia adelante y poder tener contacto con su piel. Mi respiración se aceleró un poco y sin darme cuenta mis labios ya estaban rosando los suyos. Sabía que si abría los ojos me moriria de verguenza y saldría arrancando... la verdad no sabía lo que hacía, nunca había estado tan cerca de un chico considerando que jamas había tenido un novio a diferencia del resto de las chicas de mi edad. Yo no sabía besar y no era el momento para experimentar con quien parecía gustarme tanto, no quería arruinarlo todo como hacía siempre., asi que solo me quedé inmóvil con mis labios pegados a los suyos sin tener voluntar para salirme de allí.

No se que paso exactamente si me acerque demasiado a ella, o ella se acerco ami, pero tenía mis ojos cerrados cuando senti el tacto de sus labios rozar con los mios. Movi lentamente mi labio superior para acomodarlo entre los suyos. Su respiración comenzo a acelerarse igual que la mía. Bese sus labios, suavemente, despacio, sin prisa alguna. Saboreaba sus labios. Con mis manos en sus mejillas, las deslize hasta sus hombros e hice un poco de fuerza hacia ami desde sus hombros, invitandola a que se acercara más. Quería que ella tomara la decisión, no iba a apresurar las cosas.

Comenzó a acomodar sus labios en los mios en un intento de besarme, pero yo no sabía bien como responder a ello. Sus manos bajaron desde mis mejillas a mis hombros y me apegó aún más a él. En ese momento no deseaba a nada mas que a él. Todo mi entorno había desaparecido y solo él existía para mi en ese momento. - Evans.. yo nunca... - susurré contra sus labios intentando justificarme por no besarlo, tenía miedo que todo saliera mal y se llevase una mala impresión mia en la cual no quisiera probarlo de nuevo y se alejara de mi como consecuencia de ello.

Me puso en duda en continuar o seguir con lo que me susurro en mis labios. ¿A que se referia? ... Pero yo no pude soportarlo. Deje de pensar y comence a actuar, asi que la bese lentamente. Esperando alguna reacción de ella. Por alguna extraña razón , sentía como si fuera mi primer beso. Tal vez eran por mis sentimintos hacía ella, jamas habia tardado tanto en besar a una chica en una situación como esta, normalmente el beso se da y ya. No hay presión, no hay dudas, nada de eso. Pero esta vez era diferente. La besaba lentamente, cerraba mis labios con los suyos y la invitaba a hacer lo mismo, abriendolos de nuevo. Era un beso muy tierno.

Fruncí el ceño un poco apenada pero me armé de valor para intentar por lo menos proseguir con todo esto. Por alguna razón sentía que no podía perder esta oportunidad y que era mejor mostrarme como una estúpida inexperta antes de privarme de sus besos. Al principio imité un poco el juego que hacía con mis labios, pero en cosa de segundos todo fluyó solo y luego incluso hasta resultaba fácil. Diferentes emociones recorrían mi cuerpo en estos momentos, incluso muchas de ellas antes nunca experimentadas, lo que no dejó de asustarme. Posé mis manos suavemente en sus perfectas mejillas y presioné con un poco mas de fuerza sus labios contra los míos.