Ese día había sido de lo más aburrido... Las clases se hacían cada vez más pesadas, aunque había algunas que me interesaban bastante, el profesor hacía que la cosa de más interés sea la mas aburrida del mundo. Por eso en lugar de escucharle lo que hacía era jugar un poco con la electricidad. Y encima en la universidad había siempre un montón de gente, casi tanta que no se podía ni respirar. Eso era algo que me agobiaba mucho, y encima había gente que parecían estudiantes de instituto, no de uni, por su estúpido comportamiento. Suspiré, resignada, y me dirigí hacia la terraza de la residencia universitaria, un lugar de lo más tranquilo donde nunca encontraba a nadie, por eso me gustaba tanto. Pero esta vez sí que había alguien, pero fue algo que no me molestó porque era Brad... Ese chico tan, tan... no encontraba una palabra adecuada para describirlo. Y estaba fumando, como no... Era un vicio que le tenía muy visto. No pude evitar sonreír fugazmente mientras me acercaba a él para saludarlo.